Mi conexión con la naturaleza me está llevando de vuelta al origen, al punto de partida de dónde venimos, lo que somos, a esos espacios más salvajes, donde el aire era aire, la madera, madera y todo mantenía su pureza y su esencia.

Para descubrir este mundo «perdido» me he sumergido en un océano de sensaciones que me han ido dando las pistas hasta llegar a quién soy realmente y cuál es mi función como profesional. Sentía que había algo más en mí y que podía integrar en mis proyectos, simplemente le fui dando forma hasta que nació Alquimia arquitectura y diseño.

Con la percepción que he desarrollado en los espacios puedo ayudar a muchas personas a tener una vida más confortable y en armonía con ellos.

«Mi casa me ha hecho de espejo, siempre se ha comunicado conmigo” y eso me lo he llevado a otros lugares donde increíblemente también lo podía sentir, comprobé tras trabajar en diferentes espacios que no era casualidad. Si puedo  conectar con el mío y alinearlo conmigo, ¿por qué no lo hago con las personas que quieran lo mismo, pero no sepan cómo hacerlo?

Curiosamente mi atracción hacia las piedras, las plantas, el agua, la geometría sagrada, las energías y la espiritualidad me han dado el otro impulso hacía el sitio donde estoy hoy que considero Mágico y de Alquimia. Ahora me siento más cerca de mí, de ese origen que os comentaba al principio, la alquimia es lo que más me identifica. Transformo con los elementos, las plantas, mi percepción y el diseño los espacios en lugares de paz y armonía.

«Con cada uno de mis proyectos nace una piedra filosofal» Ha sido un largo proceso evolutivo el que me ha traído hasta aquí, esto sin el respaldo de las personas más cercanas en mi vida no lo hubiese conseguido, gracias a todas y en especial a una de ellas que de alguna manera me ha sabido guiar en este camino tan bonito.